Hestia:
diosa del hogar y el ámbito doméstico. Se mantuvo virgen, pese a que Poseidón y
Apolo se enamoraron de ella, pero Hestia había jurado mantenerse casta y que
jamás se casaría. Se mantuvo siempre en el Olimpo y era la encargada de
mantener el fuego sagrado ahí. En todos los sacrificios, se le brindaba la
primera ofrenda.
Hefesto: dios del fuego y la herrería. También controlaba los volcanes, los cuales
se consideraban sus talleres. Resultado de una herida que se hizo durante una
discusión con Zeus, quien lo expulsó del Olimpo, Hefesto quedó cojo, lo que le
confirió un rasgo cómico para los griegos, que admiraban la perfección física.
Sin embargo era admirado por su ingenio y habilidad para fabricar cosas.
Las musas: De Afrodita dependían las nueve musas inspiradoras: Calíope, de la
poesía épica; Clío, de la historia; Euterpe, de la música; Terpsícore, de la
danza; Erato, de la poesía lírica; Melpómene, de la tragedia; Talía, de la
comedia; y Urania, de la astronomía.
Pegaso: caballo alado. Fue domado por el héroe
Belerofonte quien trató de llevarlo al cielo. Pero Pegaso fue picado por un
tábano enviado por Zeus y derribó a Belerofonte de su lomo, lanzándolo a la
tierra.
Medusa:
Monstruo
femenino que convertía en piedra a quien la miraba a los ojos. Tenía la cabeza
rodeada de serpientes, manos de bronce y colmillos. Fue decapitada por el héroe
Perseo.
Minotauro: ser con cabeza
de toro y cuerpo de humano, nacido de la unión de Pasífae y un toro como
castigo de Poseidón hacia el rey Minos. Fue encerrado en el laberinto del
palacio de Cnosos por el rey y finalmente lo mata el héroe Teseo.
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